lunes, 18 de noviembre de 2013

A propósito de los buenos modos

Hoy, tenemos la suerte de volver a contar con nuestra colaboradora, en la sección " apuntes literarios" y nos deja una magnífica reflexión.


  No hace muchos días me tropecé con una cita de Jorge Luis Borges que me hizo reflexionar y de qué manera:
  “El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo.”
  Lo primero que se le viene a una a la cabeza es:!Qué razón tiene! O como diría nuestra compañera Pilar: “Verdad es”.
  Lo segundo es una película antigua que se titula “ El coleccionista” que ilustra a la perfección la cita en cuanto a lo de amar.
  Luego más adelante se enreda una en pensar en otros posibles verbos que se comportarían de igual manera. Asombrada queda una al comprobar que son un gran número de ellos y al de leer, amar o soñar siguen otros como olvidar(dónde quedarían los desamores, los lutos,…), recordar(¡quién pudiera!,bien lo sabe más de un abuelo), perdonar(¡qué difícil! según qué agravio, bien lo sabe más de una víctima que está viendo salir a su agresor de la cárcel), adelgazar(je, je, ¡qué ruina para más de un negocio!), crear(de todos es sabido que a los artistas jamás gustó trabajar por encargo), llorar(¿a qué las plañideras?), y tantos otros, supongo.
  Y digo yo que qué es eso de un modo verbal al que no se pueden someter tantos verbos! ¡Esos no son modos!
  Al siguiente pensamiento que le dedicas le sigue un estado de ánimo bastante cercano a la desolación cuando no te queda más remedio que reconocer que no hay nada que hacer o bien poco se puede hacer respecto a nuestro incansable propósito profesional de incentivar la lectura en los niños. Siempre hemos sabido que es difícil,y hoy en día, en la era de la tecnología, quizás más que nunca; pero leerlo en palabras de Borges…Ay Amor!(la profe), “malos tiempos para la lírica.”
  Por supuesto seguiremos en ello, por supuesto y por dignidad profesional, y probablemente lo haremos hasta con ilusión, pero…! qué desánimo!
  ¡No sé qué modos son esos! Insisto.
  Siempre me molestó, entristeció y, si el niño era muy próximo, hasta me enfadó ver a mi alrededor algún adulto mandando a un menor a leer en el momento más inoportuno e improcedente.Ruego encarecidamente a todo adulto que lea esto que por favor se abstenga de reproducir situaciones como éstas:
    Niño- Estoy “aburrío”
    Adulto-Pues ¡anda!, coge un libro y ponte a leer.
    Niño-¿Puedo coger la Play?
    Adulto-¡Qué Play ni Play!, lo que tienes que hacer es ponerte a leer que…”

  Si no pudiera abstenerse y fuera superior a sus fuerzas, no lo haga en mi presencia, quedaría agradecida.
  ¡Vaya modales!
  ¿Qué nos queda? Leer con ellos, si se dejan; la lectura acompañada como yo la llamo estaría bien y quizás sería un valor y aliciente añadido sobretodo si no comemos con ellos, ni paseamos con ellos, ni podemos acompañarlos al colegio, ni…en fín…Como plan B, si tampoco les apetece leer juntos, nos queda leerles, nosotros a ellos; ya sé que se trata de que lean ellos pero…al menos, si seleccionamos con cautela y precisión los textos escogidos, llegarán sin duda a disfrutarlos y quizás, algún día, cuando nosotros no lo hagamos, ellos solos se procuren esos benditos ratitos de lectura, como sólo se debe hacer, de manera ociosa y placentera. A propósito de esto Oscar Wilde nos dejó una perlita como ésta:
  “Si no podéis disfrutar leyendo un libro repetidas veces, de nada sirve leerlo ni una sola vez.”
  Es el otro extremo,¿no? Costaría imaginárselo obligando o mandando a leer a su hijo, ¿verdad? 
  ¡Estos no son modos!, desde luego. Antiguamente se estilaba aquello de “guardar las formas”, cualquiera que pase de los veinte sabe a qué me refiero. Pero, en lo que a verbos se refiere desde luego, tampoco se guardan mucho. Si mal no recuerdo las formas no personales de los verbos eran: infinitivo, gerundio y participio.Quizás el infinitivo tenga cierta coherencia o sensatez:
  A ver…: coser---- unir con hilo…
                 Amar----tener amor a alguien…
                 Callar----omitir, no decir…
 Está claro, define la acción y ya está.

  A ver…participio: leído
                                Soñado
                                Recordado
  También parece claro, acciones ya consumadas.

  A ver…gerundio: leyendo
                               Amando
                               Soñando
                              
  Para ciertos verbos sí, acciones en proceso. Pero, por ejemplo, también escapan a esta forma verbos como “morir”; “muriendo” ¿qué es eso de “se está muriendo”? O se está a un lado o al otro ¿no?
  O “perdiendo”; todo el mundo sabe que algo valioso se puede perder, o que puede estar perdido, pero ¿ a quién se le perdería un niño en una feria si pudiera saber cuándo lo está perdiendo? ¡Por Dios!
  Está claro que ni los verbos morir ni perder resisten el gerundio. Posiblemente exista una excepción y usted(leyendo) y yo(escribiendo) podamos estar perdiendo el tiempo con estas líneas cuando podríamos estar leyendo algo de interés.  

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