La prueba original del malvavisco fue creada por el profesor de psicología de Stanford Walter Mischel hace 40 años. Se trataba de comprobar si los niños/as eran capaces de posponer su satisfacción.
La prueba consiste el presentarle a los niños/as un dulce que les encante como un malvavisco (lo que aquí llamaríamos una esponjita) y decirles que si aguantan durante quince minutos solos sin comérsela después serán premiados con dos. Durante ese tiempo los niños/as son grabados sin que ellos lo sepan.
Pues bien, años después, los resultados académicos de los niños/as que habían superado la prueba eran superiores a los que no.
En mi humilde opinión no habría que pensar que si nuestro hijo/a no superase la prueba será un mal estudiante y por el contrario si la supera acabará con Magna Cum Laude la carrera. Hay muchos factores que intervienen en los resultados.Lo que sí me llama la atención de todo esto es el valor de la inteligencia emocional y su desarrollo desde edades muy tempranas. Cómo algunos niños/as utilizan, sin saberlo ellos mismos, estrategias para no caer en la tentación: mover el plato, concentrarse en una imagen...
Naturalmente pienso que todo se puede entrenar y mejorar con la práctica, aunque no cabe duda de que es una buena lección de paciencia.
Les dejo un vídeo con el desarrollo de la prueba que seguro les hace sonreír.
Si desean leer más les dejo unos enlaces interesantes sobre el tema:
Eduard Punset: Cómo pronosticar el futuro de un niño usando caramelos.
Emiliano Perez Ansaldi: El valor del descuento por demora y qué tiene que ver con tu éxito.
Cómo hacer la prueba del malvavisco (wikiHow)
"El valor de algo esta en relación con el tiempo que tardamos en conseguirlo o lo bueno se hace esperar"
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